TOCINO OLARTE & ASOCIADOS
La necesidad de
defensa frente a la amenaza terrorista hace necesaria la adopción de criterios de diseños para la construcción y mantenimiento de edificios, para hacerlos menos vulnerables; en particular
aquellos centros con mayor afluencia de personas, o que forman parte de las infraestructuras del transporte, las infraestructuras criticas relacionadas con el sector energético, los depósitos y
redes de distribución de agua potable, presas, abastecimiento de hidrocarburos, las plantas gas, o centros de comunicaciones.
El ayuntamiento de Nueva York tiene elaborada una guía antiterrorista para los edificios de la ciudad, dirigida a proyectistas, constructores y propietarios. Es una publicación elaborada por el Departamento de Policía de Nueva York con el fin de mejorar y prevenir posibles atentados y cómo debe de ser la respuesta en caso de producirse.
El informe, "Ingeniería de Seguridad: Diseño de protección de Edificios de Alto Riesgo", asigna a los edificios de la ciudad la categoría de riesgo, ya sea bajo, mediano o alto, y proporciona recomendaciones para mitigar estos riesgos. A pesar de que no se identifica ningún edificio de alto riesgo, el informe dice que son estructuras que presentan varios factores de riesgo a la vez.Los factores de riesgo van desde la ubicación por su alta visibilidad, hasta la proximidad a otros edificios de alto riesgo o de grandes obras de infraestructura, falta de acceso controlado, la incapacidad para soportar las presiones específicas de explosión en determinadas distancias, ocupación máxima de más de 10.000 personas o la altura superior a 244 m.Los propietarios de los edificios que podían acceder a un auto-sistema de puntuación para determinar los niveles de riesgo de sus propiedades.
El informe refleja que la mayoría de los edificios de la ciudad, están en la categoría de riesgo bajo. Las recomendaciones del informe detalla aspectos como el perímetro de seguridad, control de acceso y el diseño de los edificios. En el ámbito de la seguridad del perímetro, se recomienda la realización de un análisis para determinar la vulnerabilidad de un edificio ante un ataque por vehículo, y la construcción de una barrera que puede soportar el impacto. Para el control de acceso, el informe recomienda, entre otras cosas, que los propietarios de edificios de alto riesgo, incorporen identificación y barreras de acceso en la entrada; limitar el acceso a servicios críticos y llevar a cabo la comprobación de los antecedentes de todos los usuarios, así como la instalación de un circuito cerrado de televisión. Dada la creciente amenaza del bioterrorismo, también se aconseja a los propietarios ubicar los sistemas de ventilación y aire acondicionado fuera de los espacios públicos e invertir en sistemas de filtración avanzada. Se especifica cómo proteger la estructura de los inmuebles ante una amenaza terrorista de relativa magnitud. Recomendando la utilización de materiales mucho más resistentes, que no se desintegren ante el fuego y que sean de mayor solidez en muros y pisos. También recomienda un mejor uso de vidrios y cristales. También aconseja disponer en sus accesos equipamientos técnicos para el control de paquetes o artefactos sospechosos a través de Rayos X, y el control de los sistemas de ventilación ante posibles ataques biológicos. Se exige en edificios con ocupación de más de 500 personas, incorporar diseños en vidrios, muros cortinas y ventanas que en caso de explosión no impacten sobre las personas.
Desde de 2008, existe la obligatoriedad de sistemas de comunicación de emergencia por voz, la instalación de rociadores automáticos, la instalación de generadores de energía eléctrica para emergencias en todos los nuevos edificios residenciales de 38 metros o más de altura.
Durante el atentado de las Torres Gemelas el 11-S, muchos supervivientes informaron cómo se frenó la evacuación por la subida de bomberos, por lo que se recomienda unas vías de evacuación más anchas. Los proyectistas y constructores de la Torre de la libertad (The Freedom Tower, también conocido como One World Trade Center), que ocupa el lugar de las Torres Gemelas que fueron destruidas por los atentados terroristas del 11 de Septiembre de 2001, consultaron a expertos en antiterrorismo de la Policía de Nueva York. El edificio utiliza cristales de seguridad laminados de alta tecnología, que en caso de un ataque de un vehiculo bomba quedará destrozado en pequeñas porciones y no en fragmentos de mayor tamaño que puedan suponer un peligro para los usuarios. El vidrio exterior está laminado con metal fundido. En su perímetro existen unos bloques rectangulares protegen la estructura de vehículos cargados con explosivos. La torre estará rodeada de escalones que conducen a la entrada y sirven al mismo tiempo como plaza pública y sistema de seguridad.
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